La amigdalectomía, ó cirugía de anginas, es aquella que se lleva a cabo para extirpar las amígdalas palatinas (llamadas comúnmente anginas),
es una de las cirugías más frecuentes a nivel general (se realizan más de 700, 000 procedimientos de este tipo en EUA) y es uno de los
procedimientos quirúrgicos más antiguos conocidos por el hombre, su principal indicación continúa siendo la infección amigdalina recurrente.
¿Para qué sirven las amígdalas?
Las amígdalas, al igual que las adenoides (ó amígdalas faríngeas), las cuales son un órgano similar que se encuentra en la parte
superior de la nasofaringe, detrás de las fosas nasales, son órganos linfoides, es decir, tienen una función inmunitaria.
Junto con las amígdalas linguales forman parte de un conjunto de órganos alrededor del extremo más superior de la faringe
llamado anillo de Waldeyer, de función y estructura similar.
Las amígdalas son órganos conformados principalmente por linfocitos tipo B, y su función principal está en relación con la inducción
de inmunidad secretora y la producción de Inmunoglobulinas (anticuerpos), principalmente del tipo IgA, IgG, IgM e IgD. Anatómicamente
consisten en una seria de canales, llamados “criptas”, cubiertos de células especializadas que están situadas específicamente para atrapar
material extraño y transportarlo hacia los folículos linfoides (sitio donde se concentran las células ó linfocitos B), para así crear los
anticuerpos específicos a estos agentes extraños.
Imagen que muestra un corte histológico de amígdala donde se observan las
criptas amigdalinas (TC) y los folículos linfoides (LNdl)
La posición de las amígdalas y las adenoides las coloca en un sitio inmejorable para proveer la protección
inmunológica de la parte superior del tracto respiratorio y digestivo. Las anginas y adenoides son más activas
inmunológicamente entre los 4 y los 10 años, a partir de entonces pueden sufrir un proceso de involución tanto en
tamaño como en función.
En el caso de las infecciones recurrentes, se presentan cambios anatómicos que modifican la función, la inflamación
recurrente destruye estos canales ó criptas fusionándose varios de ellos, dando la apariencia de una cripta única de
gran tamaño, donde el material extraño, incluido alimento, que atrapado, lo que favorece la proliferación de las bacterias
y la infección recurrente, esto es frecuentemente observado como puntos blancos sobre la superficie de las anginas.
Estos cambios en la estructura de la angina alteran su función inmunológica, disminuyendo la generación de anticuerpos.
Imagen que muestra los cambios en las amígdalas por las infecciones recurrentes y la acumulación de material extraño en
las criptas (llamado “caseum”)
¿Tiene alguna consecuencia el retirar las amígdalas?
Mucho se ha discutido sobre este punto, ya que efectivamente, posterior a la extirpación de las anginas, los niveles en sangre de
algunos anticuerpos disminuyen, pero esto, según se ha demostrado, no tiene implicaciones clínicas, es decir, que no provoca ninguna
deficiencia inmunológica, sin embargo, está de más decir, que la cirugía de amígdalas debe de estar siempre bien indicada.
¿Cuáles serías las indicaciones para quitar las amígdalas?
En forma general pueden ser de dos tipos, por infección recurrente ó por obstrucción de la vía aérea,
algunas de ellas son: Infección. Amigdalitis aguda recurrente: 6 ó más episodios por año ó bien 3 episodios
por año durante 2 años consecutivos. Amigdalitis recurrente asociada a otras enfermedades como:
Enfermedad cardiaca asociada a infección amigdalina por estreptococo (fiebre reumática). Crisis convulsivas asociadas a fiebre.
Amigdalitis crónica que no responde a tratamiento médico asociada a: Halitosis (mal aliento) Dolor de garganta persistente.
Ganglios cervicales inflamados persistentemente. Pacientes portadores de estreptococo ß hemolítico del grupo A,
que no responden a tratamiento médico. Formación de abscesos periamigdalinos (alrededor de la amígdala). Obstrucción.
Ronquido excesivo ó respiración a través de la boca en forma persistente. Apnea obstructiva del sueño y otras alteraciones del sueño.
Crecimiento amigdalino asociado a otras enfermedades como: Cor pulmonale Disfagia (dificultad para deglutir) Anormalidades de la voz.
Alteraciones del crecimiento craneofacial Otros. Sospecha de tumores originados de las amígdalas por crecimiento asimétrico.
LA INDICACION DE LA CIRUGIA SE DEBE VALORAR INDIVIDUALMENTE EN CADA PACIENTE.
¿En qué consiste la cirugía?
La cirugía en forma general constituye de los siguientes pasos.
Se realiza siempre bajo anestesia general y colocando una sonda traqueal para asegurar la adecuada ventilación.
Se coloca un abrebocas especial para mantener la boca abierta durante el procedimiento.
Se realiza la extirpación de la angina de su sitio mediante una de varias técnicas descritas, ya sea mediante disección tradicional con bisturí y disector, ó mediante el empleo de electrocauterio, radiofrecuencia, bisturí armónico, etc.
Posterior a retirarla se controla el sangrado mediante el cauterio ó mediante la colocación de puntos de sutura absorbibles.
Se realiza el retiro de la angina del otro lado (habitualmente se retira primero la izquierda).
¿Qué complicaciones tiene la cirugía?
Como cualquier cirugía tiene el riesgo de complicarse, en general es poco frecuente, las más comunes incluyen: Sangrado.
Es la más frecuente, puede presentarse hasta una semana después de la cirugía, puede ser leve ó tan severa que necesite
un nuevo procedimiento quirúrgico para el control. Obstrucción de la vía aérea. Por el sangrado en sí ó por inflamación del area
quirúrgica. Siempre requerirá vigilancia estrecha por la posibilidad de requerir nueva intubación. Dolor persistente.
Otros: Estenosis nasofaríngea: complicación rara, más frecuente cuando también se han extirpado las anginas,
consiste en una reacción cicatrizal intensa que estrecha la orofaringe y la nasofaringe. Edema pulmonar.
¿Cuáles son las molestias después de la cirugía?
Es normal encontrar después de la cirugía:
Dolor. Moderado en los niños, puede ser más importante en el paciente adulto.
Saliva rayada en sangre. Puede presentarse inicialmente pero debe alertar la presencia de sangrado importante.
Dolor de oídos.
Fiebre.
Formación de natas blanquecinas en el sitio donde se encontraban las anginas. No deberá confundirse con infección.
Insuficiencia velofaringea temporal. Se manifiesta por salida de alimento, principalmente liquido a través de la nariz,
mejora después de unos días y es debida a la incapacidad del paladar para cerrar el paso al alimento hacia la nariz, esto
ocurre mientras el paladar se ajusta al nuevo espacio dejado por las amígdalas.
Algunos mitos sobre la cirugía de amígdalas.
Es muy común escuchar por parte de los pacientes temores e ideas acerca de la cirugía de amígdalas,
muchos de ellos sin fundamento real pero que causan una preocupación real y muchas veces los hace desistir de la cirugía.
Algunos son:
1.El quitar las amígdalas es causa de esterilidad en los hombres.
No existe ninguna relación entre las amígdalas y el aparato reproductor, ni anatómica ni funcional, por lo que quitar
las anginas no causa ningún en efecto en la capacidad reproductiva de los hombres.
2.No se deben operar niños pequeños.
No existe una edad determinada para la cirugía, la indicación está dada por la frecuencia de infecciones ó el grado de
obstrucción. Si se requiere hay que realizarla independientemente de la edad.
3.La cirugía produce cambios en la voz.
No existe ninguna relación entre las amígdalas y el aparato reproductor, ni anatómica ni funcional, por lo que quitar
las anginas no causa ningún en efecto en la capacidad reproductiva de los hombres.
4.Se pierden “defensas” al retirar las anginas.
Se ha mencionado ya que la principal función de las anginas es producir anticuerpos para defensa, pero no es el único sitio
en el organismo donde se producen, por lo que no se produce una deficiencia inmunológica y no alteran las defensas ni se dejan
expuestos a más enfermedades.
5.Es una cirugía muy dolorosa
Toda cirugía es causa de cierto grado de dolor, en el caso de la cirugía de anginas se asocia principalmente al comer ó deglutir saliva,
a boca sana rápidamente por lo que estas molestias disminuyen desde los primeros días sin ser jamás excesivas.