Grupo Otorrinolaringológico Cuernavaca

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APNEA DEL SUEÑO

¿Qué es la apnea del sueño?

La apnea del sueño (o Síndrome de apnea obstructiva del sueño – SAOS) se trata de una alteración en el sueño caracterizada por episodios de ausencia de respiración (llamadas apneas), asociadas a múltiples despertares durante la noche, que pueden ser consientes ó inconscientes así como ronquido, esto ocasiona durante el día somnolencia excesiva y fatiga. La apnea del sueño – SAOS, forma parte de un grupo de alteraciones del sueño que van desde el ronquido hasta su expresión más grave que es el SAOS. El ronquido es un problema muy frecuente, se estima que entre los 30 y 60 años de edad, el 28% de las mujeres y el 44 % de los hombres roncan en forma habitual, mientras que por arriba de los 60 años, el 84% de los hombres y el 73 % lo hacen. La apnea del sueño es, afortunadamente, menos frecuente, se ha encontrado que un 4% de los hombres y 2 % de las mujeres pueden tener síntomas de apnea.

¿Qué es lo que ocasiona la apnea del sueño?

Existen muchos factores asociados a la apnea, en general se trata de una obstrucción de la faringe ya sea a causa de un colapso de la vía aérea (por ejemplo a causa de un paladar blando flácido, una úvula excesivamente grande, etc.), o a una obstrucción anatómica (por ejemplo una desviación del tabique nasal, amígdalas grandes, etc.) Es importante notar que existen factores que influyen importantemente en la presentación del ronquido y la apnea, y son la obesidad y la enfermedad por reflujo de ácido gastroesofágico. La obesidad no es requisito indispensable para presentar ronquido y apnea, pero existe una gran prevalencia de sobrepeso en los pacientes roncadores y con apnea. Un cuello muy grueso o el tipo de obesidad masculina (del tronco, llamada en “manzana”) a diferencia de la obesidad tipo femenina (caderas y piernas o en “pera”), son las que se asocian más a problemas respiratorios. El disminuir únicamente el 10% del peso ha demostrado que puede disminuir significativamente las molestias respiratorias (hasta en un 26 %), lo que debe ser un importante factor de motivación para bajar de peso. El reflujo (“agruras”). Coexiste con mucha frecuencia con los problemas respiratorios asociados al sueño, la obesidad lo predispone y la inflamación secundaria al reflujo aumenta la obstrucción respiratoria. Se considera actualmente que todo paciente con apnea cursa también con reflujo, por lo que el tratamiento debe incluir su manejo.

¿Qué otras manifestaciones o consecuencias tiene la apnea?

Se han mencionado las principales que son el ronquido, la ausencia de respiración por periodos durante el sueño, los múltiples despertares que ocasionan sensación de sueño no reparador, fatiga y somnolencia excesiva durante el día, esto es de consecuencias importantes sobre todo en aquellos cuyo trabajo requiera de atención continua, como los operadores de maquinaria pesada o conductores. La falta de rendimiento en el trabajo o escuela, falta de atención, etc., son otras consecuencias. A largo plazo, la apnea del sueño puede asociarse a Hipertensión, insuficiencia cardiaca, arritmias, infarto agudo de miocardio, infarto o hemorragia cerebral, depresión y finalmente muerte a causa de estas complicaciones, de ahí la importancia del diagnóstico y el tratamiento oportuno.

¿Cómo se diagnostica este problema?

Inicialmente es a base de las quejas del compañero de cama lo que lleva a buscar la atención médica, el interrogatorio y la exploración física orientan a este diagnóstico en la gran mayoría de los casos, pero el estudio ideal para confirmar el diagnóstico y sobre todo para determinar su severidad es la Polisomnografia, estudio de monitoreo que durante el sueño evalúa los movimientos respiratorios, el grado de saturación de oxígeno de la sangre, la actividad de los músculos respiratorios, la actividad del corazón mediante un electrocardiograma y puede incluir el monitoreo de la actividad cerebral mediante un electroencefalograma. Es mediante estudio que se determina la severidad de las apneas y su repercusión, así como puede ayudar a determinar el tipo de obstrucción.

¿Si habitualmente tengo fatiga o sueño durante el día, tengo apnea?

Existen cuestionarios que permiten evaluar en forma objetiva el grado de somnolencia en el día, el resultado además de la revisión permiten determinar la presencia de apneas. Un ejemplo de estos cuestionarios es la escala de somnolencia de Epworth:
¿Con qué frecuencia se queda Ud. dormido en las siguientes situaciones? Incluso si no ha realizado recientemente alguna de las actividades mencionadas a continuación, trate de imaginar en qué medida le afectarían. Utilice la siguiente escala y elija la cifra adecuada para cada situación.
0 = nunca se ha dormido.
1 = escasa posibilidad de dormirse (pocas veces).
2 = moderada posibilidad de dormirse (Generalmente).
3 = elevada posibilidad de dormirse (Siempre).

Situación Puntuación

Sentado y leyendo ……………………………………………………………………
Viendo la T.V. …………………………………………………………….……………
Sentado, inactivo en un lugar público ó espectáculo (cine, teatro) ………
En coche, como copiloto de un viaje de una hora ………………………. ……
Acostado a media tarde ………………………………………………….…………
Sentado y charlando con alguien …………………………………………………
Sentado después de la comida (sin tomar alcohol) ……………………..………
En su coche, cuando se para durante algunos minutos debido al tráfico..…
Puntuación total (máx. 24).

Valores de puntaje:
1. Entre 0 y 6: No tiene somnolencia diurna.
2. Entre 7 y 13: Tiene somnolencia ligera.
3. Entre 14 y 19: Tiene somnolencia moderada.
4. Entre 20 y 24: Tiene somnolencia grave.
En general todo resultado arriba de 7 se considera anormal y deberá buscar atención adecuada.

¿Cuál es el tratamiento de la apnea del sueño?

Varía de acuerdo a la severidad, debe ser multidisciplinario incluyendo la disminución de peso, el tratamiento contra el reflujo, la modificación de hábitos al dormir, eliminar tabaco y alcohol, o bien el empleo de dispositivos que aplican una presión positiva a la vía aérea para evitar el colapso durante el sueño (CPAP por continuous positive airway pressure), y finalmente en casos seleccionados el tratamiento quirúrgico que puede incluir la corrección de las desviaciones del tabique nasal, cirugía de paladar y úvula y resección de amígdalas..